Sugerencias para el manejo de la disciplina dentro del salón

Sugerencias para el manejo de la disciplina dentro del salón

Paola Minetti
Psicóloga

Este artículo, lo escribí ya hace muchos años, ahora que lo leo, mantiene aun su actualidad, por eso se los comparto. Está pensado para el manejo de la disciplina dentro de un salón Montessori. De todos modos, hay ideas que pueden ser fácilmente aplicables a escuelas no Montessori e incluso en los hogares. Es un texto que no presenta complejidad y hay mucho para profundizar. Se los dejo, me avisan que tema les interesa ampliar.

  • El niño debe tener un vínculo afectivo con la profesora para que la tome como un adulto válido, así, lo que tenga para decir, será escuchado.
  • La maestra debe brindarle apoyo, seguridad y guía al niño.
  • La maestra debe conocer exactamente cuáles son los intereses académicos y de actividades del niño para proponérselo cuando el niño está aburrido y comenzó a intranquilizarse.
  • Conocer actividades de movimiento para los niños más inquietos (laberinto con las barras rojas sensoriales, trabajos en la línea como: caminar con objetos, saltar dentro y afuera, caminar como algunos animales, llevar silla, bandeja y mesas).
  • Conocer actividades de relajación para aplicar después de las de movimiento e introducir el material (yoga, lectura de cuentos).
  • Identificar situaciones previas que pueden generar peleas, tales como: _Discusiones por la posesión de un material _Miradas desafiantes entre compañeros _Varios reclamos de intervención hacia la maestra para la mediación entre determinados niños. Este es el momento de intervención para la prevención. En estos casos: _recordar las reglas del salón y las del uso de los materiales. _Proponer otra actividad a uno de los niños que sepamos le pueda interesar _Para los niños más inquietos proponer actividades de movimiento “inteligente” es decir, que el movimiento tenga una utilidad (lavar el piso, barrer, despolvar, el laberinto, ordenar los zapatos).
  • Marcar con claridad que vamos a cumplir las reglas. Antes de esto, trabajar de manera grupal dos o tres reglas del salón que sean importantes recordar. Ya escribiré de manera más detallada sobre este punto. Lo ideal es no establecer un gran número de reglas.
  • Las actividades de Vida Práctica son las más adecuadas para el manejo y acompañamiento de la autodisciplina.
  • Retirar el material a un niño después de la segunda o tercera advertencia sobre su mal uso (golpearlo, morderlo, dañándolo intencionalmente). Proponer otra actividad de menor complejidad ya sea en lo motor y en lo intelectual pero que el niño domine y esté preparado para realizarla. Muchas veces el intento de destrucción es por la frustración que genera no poder dominarlo.
  • En casos extremos, como golpear a un compañero intencionalmente o varias advertencias del mal uso del material, se lo o los puede invitar a usar “la mesa de la paz”. Hermosa intervención, a veces se necesita mediación de un adulto y otras ya no.
  • En caso de peleas o crisis graves hacer ejercicios de empatía con el niño y expresarles que: “entiende que se sienta enojado pero que hay reacciones que no podemos tener dentro del salón” “que nosotros lo vamos a ayudar a aprender a controlarse” “que puede contar con nosotros si necesita ayuda”. Es importante abrazar al niño si es que lo necesita. Hacer seguimiento toda la semana preguntándole cómo se siente y si necesita algo.
  • Cuando hay varios casos de indisciplina dentro del salón no podemos abarcar todos los casos juntos, debemos elegir cuál es el que necesita atención más urgente.
  • Una vez detectado el caso, trabajaremos intensamente ahí, por el lapso de 1 semana o 10 días. Durante ese periodo nos ocuparemos sin que el niño lo advierta, sin dejar pasar por alto ninguna regla del salón: _ entrar la silla, _no correr, _ llevar el material adecuadamente con las dos manos, _ colocar el material exactamente dónde corresponde, _jamás podrá usar el material que no se le haya presentado, _presentarles materiales, tantos cómo sea capaz de recibir y que sean de su mayor interés. Seremos prácticamente su sombra. Una vez regularizada la situación con ese niño, comenzaremos con el próximo que necesite nuestra atención.
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