Un niño respetado respetará
Paola Minetti
Psicóloga
Especialista en Pedagogía Montessori
“Un niño respetado respetará” Dice Tim Seldim Pero qué es respetar a un niño? Respetar a un niño es renunciar al soñado” y abrazar al que tenemos aquí, frente nuestro. Así termina de conceptualizar la idea Charlotte Poussin.
Y aunque visibilizar esta necesidad es un trabajo que exige despellejarse, capa a capa como la cebolla, porque no es un concepto que se incorpora como una información más, así como la receta que te da el pediatra para la faringitis, el deconstruirse es una vivencia, un viaje de ida. Porque además, si hay algo que la mapaternidad tiene de suyo, es la interpelación por dónde la mires o por dónde te mire ella a vos.
Y cuando estás agobiada por las dudas, aparece una pequeña luz que te indica que al menos, tan mal no lo estás haciendo:
__Caminamos para allá, para el lado del parque?
__No má ¡no se puede ir al parque!
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__Cuánto hace que salimos mami? ya tenemos qué volver?
__ Hace cuarenta minutos más o menos. Sí, ya podemos ir caminando hacia casa.
No, no quise decirle que si nos pasábamos un poquito de la hora permitida, no pasaba nada. Tampoco quise decirle que nadie había tomado nota de la hora exacta que salimos de casa. Ni que para cumplir las reglas necesitamos un control externo.
Me dije: “Nina ya es parte de la generación que no necesitará policías para hacer lo colectivamente justo y lo subjetivamente fundamental, importante”.
Supe, con certeza, que respetar lo que ella es, trae o propone, no solo es respetarla. El respeto a la singularidad nos trasciende en lo cotidiano. Es, en suma, respetar la naturaleza humana, subjetiva, es sin exagerar, criar para la paz, educar para la paz dice Montessori.
Aprovecho para escribir esto hoy, aquí y ahora. En un rato ya me apabullarán nuevamente las dudas de la maternidad, y como siempre, lidiaré con ellas, les pondré el cuerpo y ocuparán mi tiempo cuando esté a solas con la almohada. Tal vez, pueda con ellas.
Te leo.